El 29 de diciembre marcará una década desde el accidente sufrido por el ex piloto de Fórmula 1 Michael Schumacher. Quien, gracias a estar usando casco de seguridad, pudo evitar perder la vida en su accidente de esquí.
En pocas ocasiones, alguno de sus familiares o amigos ha mencionado el tema del accidente que sufrió el siete veces campeón del “Gran Circo”. Ahora, a diez años del lamentable suceso, su hermano Ralf ha compartido que las cosas ya no son como antes. A pesar de que el legendario conductor siempre recibió atención médica de primer nivel.
Como era de esperarse, quien también fue piloto de Fórmula 1, reconoció que extraña a su pariente. Dijo:
“Echo de menos a Michael como era antes. La vida a veces es injusta. Michael tuvo mucha suerte en su vida (en las carreras). Pero luego ocurrió este trágico accidente”.
En declaraciones al diario alemán Bild, Ralf subrayó:
“Afortunadamente, la ciencia médica avanzada ofrece muchas oportunidades. Sin embargo, ahora todo ha cambiado”.
Siendo consciente de que la vida de su hermano nunca volverá a la normalidad.
Más que un hermano
Ralf Schumacher, quien ganó seis carreras en la máxima categoría del automovilismo y corrió para equipos como Jordan, Williams y Toyota, destacó que Michael no era solo su hermano. También fue su entrenador, le enseñó varios movimientos en la pista y prácticamente lo instruyó desde que conducía karts.
“Michael no era solo mi hermano. Cuando éramos niños, también fue mi entrenador y mentor. Literalmente me enseñó todo sobre las carreras de karts. Fue un honor aprender de los mejores. Aunque hay una diferencia de edad de siete años, él siempre estuvo a mi lado. Corrimos juntos, practicamos adelantamientos y todo lo que es importante en las carreras de automovilismo”, manifestó.
Sabe que el accidente en la estación invernal de Méribel, en los Alpes franceses, sin duda afectó a la familia. Aunque cree que afectó mucho más a sus hijos.
“Fue una experiencia importante para mí, pero, por supuesto, aún más para sus hijos. La vida a veces es injusta. Ese día trajo mucha mala suerte. Este destino ha cambiado nuestra familia”.
El próximo 3 de enero, Michael Schumacher cumplirá 55 años gracias al tratamiento especializado de los médicos y a su continua lucha por seguir con vida tras sufrir daños cerebrales que lo llevaron al coma inducido.
En enero de 2020, su esposa Corinna declaró:
“Pueden estar seguros de que está en las mejores manos posibles y de que estamos haciendo todo lo posible para ayudarlo. Por favor, entiendan que estamos respetando los deseos de Michael de mantener confidencial un tema tan delicado como su salud”.
Mientras que el neurocirujano Nicola Acciari expresó en algún momento:
“Al imaginar la situación del campeón, años después del trauma, debemos visualizar a una persona muy diferente a la que recordamos. Con un estado que fue asistido por la atención intensiva que recibió, pero que siempre implica cuidados a largo plazo. No solo en la cama, sino con un organismo, músculos y esqueleto muy modificados y deteriorados. Todo como consecuencia del trauma cerebral que sufrió”.
Aunque el estado de salud real de Michael Schumacher sigue siendo un misterio, es importante recordar que en los primeros años tras el accidente fue hospitalizado en Grenoble-Alpes. Luego, una vez que se logró su estabilidad, en 2014 fue trasladado a un hospital suizo. Para luego, finalmente, a su casa en Ginebra.