En las narraciones de un partido de fútbol hay ocasiones en las que se cometen errores, especialmente porque lo que se dice no es algo que se haya practicado antes. Más bien, se requiere de cierta habilidad para describir correctamente cada una de las jugadas realizadas en el campo de juego.
A pesar de que hay narradores y narradoras con experiencia, eso no los exime de cometer errores en vivo, desde tener dificultades para describir lo que sucede en cada jugada, hasta confundir los nombres de los jugadores o jugadoras.
De hecho, uno de los narradores más criticados por este tipo de acciones ha sido Raúl Orvañanos. Y es que en varias ocasiones ha dejado mucho que desear en sus narraciones. Principalmente, porque en lugar de cometer errores ocasionalmente, ahora los comete casi siempre.
No todo son descuidos
Pero él no es el único al que le puede ocurrir este tipo de situaciones. Ya que, aunque pueden resultar vergonzosas, también demuestran su falta de compromiso o atención hacia su trabajo. Puesto que las narraciones tienen un gran impacto al disfrutar un partido.
Confundir los nombres de los jugadores podría considerarse algo “normal”. Pero no cuando se confunde a una jugadora con un futbolista de la categoría masculina. Sobre todo porque resulta una falta de respeto hacia el trabajo de las futbolistas. Las cuales se han ganado su lugar en sus equipos y en su propia liga.
Esto fue lo que le sucedió a la narradora de ESPN, Ruth Carrillo. Quien a pesar de tener una larga trayectoria como narradora, cometió el error de confundir a Aylin Aviléz, jugadora del América Femenil, con Avilés Hurtado, el futbolista colombiano de los Bravos de Juárez. Situación que no fue bien recibida por los aficionados.
Esta confusión ocurrió durante la jornada 10 del Torneo Apertura 2023 de la Liga MX Femenil. Específicamente en el partido entre el Atlético de San Luis y el América. Por lo que el error quedó registrado y fue compartido en redes sociales por los aficionados. Quienes aseguraron que ocurrió al menos dos veces.
Esta situación, además de evidenciar una falta de profesionalismo, también es una falta de respeto hacia las futbolistas. Los cuales han dejado claro que el fútbol no es exclusivamente para hombres, sino que ellas también merecen el mismo reconocimiento que los jugadores de la liga masculina.